En muchos países del hemisferio norte, los niveles de infecciones respiratorias agudas aumentan en esta época del año. Estos aumentos suelen deberse a epidemias estacionales de patógenos respiratorios como la gripe, el virus respiratorio sincitial (VRS) y otros virus respiratorios comunes. El momento exacto de aparición, la duración, la magnitud y la gravedad de cada epidemia pueden variar según la ubicación, influenciados por múltiples factores, como el tipo de virus circulantes (incluidos la gripe y otros patógenos respiratorios), la inmunidad relativa de la población y las condiciones ambientales.
En el hemisferio norte, algunos países han informado del inicio temprano de la temporada de gripe. En otros, la actividad gripal está comenzando a aumentar, pero aún no ha alcanzado el umbral epidémico.
En el hemisferio sur, algunos países han tenido temporadas inusualmente largas en comparación con años anteriores, y la actividad del virus se ha mantenido más alta de lo habitual en los últimos meses.
La vigilancia y el seguimiento mundial de la gripe se llevan a cabo a través del Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe (SMVRG), una red coordinada por la OMS de más de 160 instituciones en 131 Estados Miembros. El SMVRG se encarga de la vigilancia y el seguimiento de los virus de la gripe durante todo el año y actúa como mecanismo de alerta mundial ante la aparición de nuevos virus de la gripe y otros patógenos respiratorios con potencial pandémico.
Hay cuatro tipos de virus de influenza: A, B, C y D. Los virus de influenza A y B circulan y causan epidemias estacionales de enfermedades:
- Los virus de la influenza A se clasifican en subtipos según la combinación de proteínas en su superficie. Actualmente circulan en humanos los virus de la influenza de los subtipos A(H1N1) y A(H3N2). Los virus de la influenza B no se clasifican en subtipos, pero pueden dividirse en linajes. Los virus de la influenza tipo B pertenecen al linaje B/Yamagata o B/Victoria.
La OMS está mejorando las capacidades nacionales, regionales y mundiales de preparación y respuesta ante la gripe, entre ellas:
- vigilancia mundial continua de los virus de la gripe y de la actividad de la enfermedad;
- emitir recomendaciones sobre la composición de la vacuna contra la influenza estacional para ambos hemisferios;
- Proporcionar orientación técnica a los Estados miembros sobre la selección de vacunas y el calendario de campañas;
- apoyar a los países en el desarrollo de estrategias de prevención y control;
- mejorar las capacidades de diagnóstico y las redes de laboratorio;
- monitorear la eficacia de las vacunas y la susceptibilidad a los antivirales aprobados;
- apoyar las actividades de vigilancia de enfermedades y respuesta a brotes;
- promover una mayor cobertura de vacunación entre los grupos de alto riesgo;
- facilitar la investigación y el desarrollo de nuevas terapias y contramedidas; y
- Mejorar la comunicación de riesgos para el inicio de la temporada de gripe.
La actividad de la influenza estacional ha aumentado a nivel mundial en los últimos meses, y los virus de la influenza A(H3N2) son predominantes. Este aumento coincide con la llegada del invierno en el hemisferio norte. Las epidemias y los brotes de influenza estacional y otros virus respiratorios circulantes pueden ejercer una presión significativa sobre los sistemas de salud. Si bien la actividad global se mantiene dentro de los rangos estacionales esperados, en algunas regiones se han observado aumentos tempranos y una actividad mayor a la habitual en esta época del año. La influenza estacional podría ejercer una presión significativa sobre los sistemas de salud incluso en países no templados.
La vacunación es la mejor manera de prevenir la gripe. Se han utilizado vacunas seguras y eficaces durante más de 60 años. Los virus de la gripe cambian constantemente, por lo que la composición de la vacuna contra la gripe estacional se actualiza periódicamente para incluir virus más afines a los que circulan. La OMS, a través del Programa Mundial de la Gripe y el SMVRG, en colaboración con sus socios, monitoriza continuamente los virus de la gripe y su actividad a nivel mundial y recomienda la formulación de la vacuna contra la gripe estacional en febrero y septiembre para las siguientes temporadas de gripe en los hemisferios norte y sur, respectivamente.
” https://www.who.int/emergencies/disease-outbreak-news/item/2025-DON586 “